Un abrazo al alma para mujeres en contexto de encierro
A partir del trabajo interinstitucional se realizaron talleres de “Género, autoestima y ciudadanía” en la Unidad Penal V de mujeres de Villa Lanús y Anexo del Servicio Penitenciario de la Provincia de Misiones con temáticas como la violencia de género y su vinculación con la autoestima, roles de género aprendidos, y otras que pretendieron reconocer desigualdades entre hombres y mujeres, vinculadas con el sistema patriarcal afianzado a lo largo de la historia.
Fueron diez encuentros en total, cinco talleres en cada sede -tanto en el Penal V como en su Anexo-, en los cuales la participación era opcional.
Contó con la participación de representantes de la Unidades Penales de Mujeres; el Colectivo Tejiendo Género y el Centro Flora Tristán de la FHyCS-UNaM.
En la mañana del jueves 20 de diciembre, con la presencia de la decana de la FHyCS, Mgter. Gisela Spasiuk; la Directora del Proyecto “Flora Tristán”; Mgter. Zulma Cabrera; las talleristas, Lic. Mirian del Carmen Rolando y Carmen Lilia Fernández; la Directora de la Unidad Penal V, Alcaida Mayor Teresa Mykietyn y la se hizo entrega de certificados para las participantes de los talleres. En ese contexto, se recalcó que el trabajo fue de gran satisfacción no sólo por el contenido sino por las relaciones humanas que se tejieron.
La decana, Mgter. Gisela Spasiuk señaló que “para la Facultad es sumamente innovador, implicó salirse del lugar habitual, de la rutina y hasta de la comodidad y animarse romper con los prejuicios de uno, con los miedos con la noció que tenemos de lo que es la cárcel, así que agradezco que esté la demanda y creo que tenemos muchísimo para hacer desde ese lugar y para aprender también”. Además, la Directora del centro “Flora Tristán” sostuvo que “esto fue un granito de arena, un aporte que intentamos hacer en este propósito por el cual venimos trabajando desde hace mucho tiempo y tiene que ver con promover los derechos de las mujeres en este contexto donde frente a tanta vulneración histórica basada en las relaciones de género en nuestra sociedad hace que nos encontremos ante situaciones que hoy nos muestran situaciones donde hay mujeres en distintos contextos de vulnerabilidad social “.
En tanto las referentes de la unidad penal valoraron positivamente la propuesta, Modesta dijo “estoy agradecida por salir de su rutina y tomarse un tiempito para darle una caricia al alma a estas personas que generalmente están olvidadas y mediante esta experiencia se abrieron y exteriorizaron historias de vida”. Mientras que la Alcaide Mykietyn manifestó, “esto fue un milagro por cómo se dio todo. A partir de los talleres se dio un cambio rotunda para nosotras y esperamos seguir trabajando juntas, ya que tenemos un antes y un después luego de estos encuentros”.
Se trató de una propuesta que tuvo como protagonistas a las mismas mujeres privadas de su libertad, quienes de menor a mayor fueron depositando su confianza entre ellas y las talleristas que se reconocieron a partir de la sororidad. En este sentido, las docentes, destacaron que se trabajó desde una horizontalidad en la cual la participación de todas fue necesario para su desarrollo.
Sobre la dinámica de los talleres, una de las responsables TEURA señaló, “de pronto hablar de humanidad es algo trillado, sin embargo, acercarse a la otra persona desde la empatía a compartir algo en interacción sobre género sobre autoestima y ciudadanía y con las mujeres que están en situación de encierro fue una experiencia sublime porque crecimientos juntas a partir de encontrarnos. Yo comienzo a ir por Victoria Aguirre y hablando con Teresa me dice pero acá hay mujeres que no reciben visitas. Ante esta demanda ¿cómo no accionar? Allí surgió esta propuesta. La frutilla de todo esto es que éramos nosotras, ahí no sabíamos cuál era la causa, nosotras éramos mujeres en sororidad, un todo”.
Mientras Rolando indicó, ” Organizamos talleres con diversas temáticas como para hacer un recorrido de
sus vidas a través de lo que ellas compartían con nosotras, y a través de eso fuimos viendo sus prácticas cotidianas, su infancia, sus relaciones de pareja, cómo estos roles de género desiguales, establecidos, las colocaban en un lugar de subordinación, que hacían que no pudiesen verse frente a un hombre en un plano de igualdad, para pasar a reconocer que son mujeres en igualdad de derechos y que hay leyes que avalan esto. Este reconocimiento les permitió pensar las cosas que quieren cambiar de sus vidas y todo lo que pueden aportar desde su lugar como ciudadanas”.
La entrega de certificados para las participantes de los talleres se realizó en el Departamento de Trabajo Social el 20 de diciembre.
Cabe destacar como antecedente que a principios del 2017, se firmó un convenio entre la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales y el Servicio Penitenciario Provincial para realzar acciones de extensión, vinculación tecnológica, investigación y/o cualquier otra tarea de interés común para el desarrollo potencial de las instituciones en el cumplimiento de sus objetivos.
