Autora Mgter. Mónica Werbes
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Los estudiantes que habitan nuestras aulas circulan en menor o mayor medida por entornos virtuales -de acuerdo con las condiciones de acceso y conectividad- espacio comprendido por redes sociales, internet para búsqueda de información, por ejemplo. Pero ese recorrido que en años anteriores era casi optativo se fue tornando el único medio de contacto con docentes compañeros y materiales de estudio durante los dos últimos años, situación que los desafió a construir un perfil de estudiantes diferente y complejo.
Interpelados por invitaciones desafiantes responden, apoyados en sus conocimientos y saberes previos, interpretando consignas, construyendo respuestas, resolviendo problemas, involucrándose en proyectos que los docentes diseñan a modo de caminos por descubrir, de conexiones insólitas, de alternativas abiertas. Competencias y desempeños de estudiantes en ambientes híbridos.
Según García Aretio (2001: 151), los sistemas de enseñanza a distancia se han establecido generalmente para atender a una población adulta que aprende y se manifiesta de manera diferente al niño, adolescente o joven, habituales usuarios de las realizaciones convencionales. Podemos advertir que los años transcurridos desde esa afirmación y la manera en que fuimos protagonistas de hechos históricos obligó a todos los niveles del sistema educativo a repensar y proponer alternativas pedagógicas planificadas para estudiantes de un cotidiano transitar por aulas presenciales, obligados por cuestiones de políticas sanitarias a migrar a entornos virtuales de aprendizajes.
En ese sentido Borges (2007: 2), expresa que el estudiante de entornos virtuales de enseñanza y aprendizaje (EVEA) no es una figura que aparece por arte de magia, no es un hecho aislado o una anécdota en el devenir humano. Es resultado de su tiempo, de la misma forma que otros tipos de estudiante, a lo largo de la historia de la humanidad, han sido el resultado de otras situaciones y otras necesidades.
La concepción de estudiante en ambientes híbridos requiere que cada uno comprenda el compromiso de construir su aprendizaje de manera independiente, ser autocritico, gestionar su trayectoria, además de los requerimientos propios de cada cátedra donde también se espera que sean capaces de condicionar búsquedas de información científica, localizar, recuperar, procesar, registrar, presentar y evaluar dicha información.
¿Cómo se inicia y se sostiene este proceso de construcción del perfil de estudiante en ambientes híbridos?
La respuesta no es simple ni sencilla, requiere de organizaciones de tiempos personales en el lugar de residencia y, muchas veces, la charla explicativa con los que componen el hogar, para que se entienda que estar varias horas sentado ante un dispositivo en un ambiente tranquilo es parte necesaria de la formación. Es fundamental también entender la importancia de la interacción con Docentes y compañeros de cursada y que en el aula virtual esa interacción se apoya en diferentes tipos de herramientas tecnológicas para la comunicación y el intercambio de mensajes en forma sincrónica y asincrónica; a través de las herramientas más usuales (chat, correo electrónico, foros y listas de distribución), videoconferencia, los blogs y las wikis.
Y no se puede dejar de mencionar el correo electrónico con el que se realizan todos los trámites de acceso al SIU y a las Aulas Virtuales. Su uso en contextos educativos implica no sólo poseer competencias instrumentales, sino también comunicativas y didácticas; es decir considerar los ítems propuestos para el envío de los trabajos.
Respecto a las participaciones en actividades como foros, chat e incluso en los grupos creados en redes sociales para uso específico de las cátedras existen algunas recomendaciones que se pueden considerar:
Por otro lado, los graduados ya insertos en el mundo laboral transitan la etapa profesional de la formación continua o permanente. También ellos son sujetos de aprendizaje inmersos en ambientes híbridos y las propuestas de formación tienen las mismas propiedades o características, pero en relación con la práctica profesional directa, con el campo de actuación y los problemas que allí protagonizan. Esto nuevos perfiles de aprendientes se configuran también de la mano de nuevas formas de enseñar.
Pensar y desarrollar itinerarios formativos para los graduados implica diagnosticar los ámbitos laborales, las posibilidades de conectividad, las demandas de actualización que plantean, los tiempos y horarios disponibles, etc y desde ahí tender puentes híbridos desde la Facultad con esos territorios de la práctica que protagonizan.
Bibliografía
- Borges, F(2007). El estudiante de entornos Una primera aproximación. En: Federico BORGES (coord.). «El estudiante de entornos virtuales» [dossier en línea]. Digithum. N.º 9. UOC.
- Cabero, ; Gisbert, M. (2005). La formación en Internet. Guía para el diseño de materiales didácticos. Sevilla: Eduforma.
- Bautista, y otros (2006). Didáctica universitaria en entornos virtuales. Madrid: Narcea.
- García, L. (2001) La educación a distancia. De la teoría a la práctica. España: Ariel Educación.