Adiós a nuestra Filósofa del Paraná

Así la llamaban cariñosamente sus estudiantes a la Doctora Graciela Cambas, y de este modo recuerdan a una pionera en numerosos campos, que dejó su marca registrada, y el recuerdo de una mirada sagaz, escucha atenta y manos solidarias para brindarlas a quien las necesitase.
Los testimonios sobre su persona inundan las redes sociales. Graciela marcó la vida de muchos/as estudiantes a lo largo de su trayectoria como docente e investigadora. Algunos recuerdan cómo llevó a un grupo a participar de un Congreso en San Juan y, en el camino, bajó repetidas veces a juntar cartones y colocarlos en las ventanas porque hacía mucho frío.
A lo largo de su vida, sufrió y peleó distintas batallas. Vio cerrarse carreras como la de Filosofía y Educación durante la última dictadura cívico-militar. Sin embargo, llevó la filosofía fuera de los límites del aula, respiraba filosofía y vivía acorde a cómo pensaba. Estimulaba a los y las estudiantes a que se involucrasen en esta materia y en la investigación, sin hacer prejuicios. Por este motivo, la recuerdan de manera entrañable, tanto quienes pasaron por sus clases, como quienes trabajaron con ella o entablaron una amistad.
Como extensionista pionera, trabajó por la conservación, protección y difusión de los sitios con valor patrimonial. Formó parte de la Junta de Estudios Históricos y fue investigadora fundadora de la “Re.Sa.Ma.Ja: Recuperación de Santos Mártires del Japón (Sistema Jesuítico-guaraní) Misiones, Argentina” junto a la Dra. Ruth Poujade.
Escribió y compiló numerosos libros. Fue profesora de filosofía para las carreras de Licenciatura en Historia, Licenciatura en Letras, Licenciatura en Antropología Social, Profesorado en Historia, Profesorado en Historia con Orientación en Ciencias Sociales y el Profesorado en Letras.
De su carrera como docente, algunos testimonios recuerdan:
“Nos daba fortaleza, nos enseñaba a no tener miedo, a pensar, nos abrió las puertas de la investigación cuando otras docentes nos decían que no podíamos”.
“Ella sufrió mucho en la dictadura, vio cómo se fue cerrando el Profesorado en Filosofía, en Educación, en Historia. Esa deuda tenemos de abrir Filosofía. Quienes la conocimos y la queríamos, la veíamos siempre inquieta. Nos abría la mente, nos hacía creer, y no solo creer, hacía posible las cosas. Será siempre nuestra filósofa del Paraná”.
“Sus clases eran únicas, con una impronta muy particular, muy de ella. Amaba lo que hacía”.
La Doctora Graciela Cambas dejó una huella imborrable en la comunidad académica y en todos aquellos que tuvieron el privilegio de conocerla. Su legado perdura en sus escritos, en sus enseñanzas y, sobre todo, en los corazones de quienes aprendieron a pensar y a soñar a su lado. Así, la Filósofa del Paraná sigue viva en cada idea, en cada gesto solidario y en cada rincón donde la filosofía se encuentre con la vida cotidiana.
Con su partida, nos deja el desafío de continuar su obra, de mantener viva la llama del pensamiento crítico y la acción comprometida. Querida Graciela, tu espíritu inquieto y tu pasión por la filosofía seguirán inspirándonos, siempre.
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