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Por 2 septiembre, 2016 0 Comentarios Leer más →

Editorial: Solidaridad con Brasil

Por el Dr. Roberto Carlos Abínzano

RobertoLa destitución golpista de la legítima Presidente de Brasil, Dilma Rousseff, no solo es una tragedia para la democracia brasileña sino que afecta la vida política del conjunto de países latinoamericanos, pero no supone ninguna sorpresa. 

El gobierno de Dilma fue, junto con el de su precedente Lula da Silva, el más popular y progresista desde que Janio Goulart fue derrocado miliarmente (1964).

Más allá de los métodos empleados en ambos casos, los motivos son los mismos: encuadrar a nuestros países en la estrategia imperial denunciada con gran claridad en los años sesenta por Vivian Trías. Para Estados Unidos el papel de Brasil, como una  suerte de sargento de la región, significo que este país recibiera grandes aportes de capital para su desarrollo que los militares supieron canalizar hacia un crecimiento cierto pero dependiente del esquema imperial.

Cuando se inició el ciclo de gobiernos con vocación emancipatoria, Brasil ocupó un rol fundamental por su peso económico, político e internacional. Su vocación integracionista fue vista con preocupación y oposición por parte de los grandes capitales concentrados. Su integración en los BRICS junto a Rusia y China fue una señal de alarma muy fuerte para esos monopolios internacionales dominantes que se agravó cuando Dilma estableció un vínculo entre UNASUR y los BRICS. Aquí la alarma fue un desencadenante que aceleró el plan de desestabilización y luego de destitución, según el modelo repetido de impulsar una oposición intransigente; una ofensiva del partido judicial y denuncias de todo tipo, en su mayoría falsas, propagadas de manera exacerbada en las campañas mediáticas. Este plan que hoy se concretó se inició en el minuto uno del gobierno de Rousseff.

Desde la universidad y, a partir de las riquísimas experiencias derivadas de los contactos entre las universidades regionales a partir de la creación del Mercosur, sentimos la necesidad de manifestar nuestra solidaridad con todos los colegas, docentes e investigadores y con el pueblo brasileño en general y nuestro compromiso de trabajar juntos por la lucha conjunta al servicio de una Latinoamérica unida y libre.

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